Chile, reconocido por sus vastos recursos minerales, especialmente cobre, litio y otros minerales estratégicos, ha estado a la vanguardia en la industria minera mundial. De cara a 2050, el objetivo del país es transformar su sector minero en un referente de sostenibilidad, innovación y responsabilidad social. La integración de tecnologías emergentes como la electromovilidad, el hidrógeno verde y la economía circular resulta fundamental para alcanzar una minería que no solo sea rentable, sino también respetuosa del medio ambiente y beneficiosa para toda la sociedad.
Hacia mediados del siglo, Chile aspira a consolidar su industria minera no solo como una gran productora, sino como una referencia global en sostenibilidad. La Política Nacional Minera 2050, construida en diálogo con más de 3.500 personas desde 2021, establece un ambicioso plan que articula los ejes económico, social, ambiental e institucional, comprendiendo 78 metas con plazos concretos para 2030, 2040 y 2050.
Presentada en 2021 y ratificada por decreto supremo en marzo de 2022, la Política Nacional Minera 2050 es la primera política de Estado de largo plazo para este sector. Fue sometida a Evaluación Ambiental Estratégica para garantizar su compromiso con la sostenibilidad. Su monitoreo estará a cargo del Ministerio de Minería y Cochilco, con actualizaciones participativas cada cinco años.
Este plan es una oportunidad histórica para alinear la minería chilena con los exigentes estándares ambientales y sociales del siglo XXI. Alcanzar las metas dependerá de la colaboración entre Estado, empresas, comunidades y la sociedad en una alianza que transforme la minería en un actor responsable, competitivo e inclusivo: justo el rol que Chile espera mantener hasta 2050 y más allá.
Liderazgo productivo: mantener la cuota del cobre y diversificar
En lo económico, el desafío es claro: mantener la participación de Chile en el mercado mundial del cobre y alcanzar una producción cercana a los 9 millones de toneladas para 2050. Para ello, se aspira a duplicar la inversión en exploración greenfield antes de 2030, estimular que el 70 % de la producción se ubique en los cuartiles más eficientes de costos e incrementar en un 50 % la productividad total de factores. En paralelo, se promueve una estrategia de diversificación mineral desde 2025, con el fin de disminuir la dependencia exclusiva del cobre.
Carbono neutralidad y gestión del agua: una urgencia ambiental
En el ámbito ambiental, el compromiso es firme: alcanzar la carbono neutralidad en la gran minería a más tardar en 2040, reduciendo en al menos un 50 % las emisiones de CO₂ para 2030. Además, el sector debe adoptar energías renovables en el 90 % de sus contratos para 2030 y lograr la meta del 100 % para 2050.
La gestión del agua es otro foco prioritario. Se ha planteado reducir el uso de aguas continentales a menos del 10 % del total para 2025, y a menos del 5 % hacia 2040, promoviendo alternativas como la desalación y fuentes no competitivas con el consumo humano. En paralelo, la política apuesta por eliminar los relaves críticos antes de 2030 y evitar que existan pasivos ambientales abandonados para 2050, impulsando tecnologías como relaves filtrados o en pasta.
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